No todo es alegría para la delegación argentina en los Juegos
Olímpicos de Invierno en Sochi 2014, el mal ambiente que se vive dentro
del equipo es de público conocimiento y este martes tuvo un nuevo capítulo
cuando la esquiadora Macarena Simari Birkner denunció que el entrenador, y
pareja, de Julietta Quiroga, el italiano Matteo Gatti, la empujó durante uno de
los descansos de la prueba de slalom gigante.
Macarena Simari Birkner terminó en el puesto 39 en el eslalon gigante, con un tiempo
de 2 minutos, 47 segundos y 85 centésimas, en una prueba en la que compitieron
otras dos argentinas, Salomé Báncora, que terminó en el puesto 47, y Julietta
Quiroga, que abandonó en la primera de las dos mangas.
Durante los Juegos Olímpicos, Macarena y Cristian Simari Birkner se quejaron de
que su hermana Belén no estuviera en el equipo, quien incluso recurrió al
Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para demandar su inclusión.
"Después de la primera manga, como quedé‚ mejor que las otras
argentinas, el entrenador, el que es novio de Julietta Quiroga, me pegó en el
hospitality y me dijo: 'uy perdón'. Se vio que fue a propósito. Son cosas que
son muy feas", explicó la esquiadora.
"No me parece la actitud que ningún entrenador pueda tomar. Por nada. No
hay excusas. Lo único que hace es sacarme de mi concentración para la segunda
manga, que en realidad era su objetivo. Estoy avergonzada de la federación y de
cómo se están manejando las cosas", añadió Macarena Simari.
"Yo venía con mi té y mis galletitas y se corre un paso y me da, me
choca muy fuerte. Se vio que fue queriendo. Le dije: 'Matteo los resultados se
ven en la pista'. Y me respondió: 'también para tu hermana se ven en la pista'.
Esas son las cosas que están pasando en estos Juegos. Uno trata de hacer los
resultados, ir a la pista y competir. Es vergonzoso lo que pasó y más siendo
entrenador de la selección argentina", agregó la esquiadora.
El jefe de misión de la delegación argentina en Sochi 2014, Mariano Rodríguez
Giesso, intentó bajar los decibeles a la pelea y explicó que se trató de un
acto fortuito y que no hubo intencionalidad por parte del entrenador de empujar
a la esquiadora.
"Fue un acto fortuito cuando andaban subiendo la comida en la carpa donde
están los atletas antes de la competición", explicó el dirigente de la
federación argentina de esquí. "Lo llamé y me dijo: 'cómo voy a empujar a
una mujer, fue un toque de espaldas, no la toqué con la mano'", agregó el
directivo.
"Me dijo que chocaron las espaldas. No tiene ganas de empujarla, no
tiene razón. Me explicó que estaban los dos de espaldas y que se chocaron. De
forma irónica, como insistía, le dijo: 'dale, te empujé'", señaló
Gessio.
El dirigente lamentó la tensión que ha existido en estos Juegos entre los
hermanos Simari Birkner con una parte del equipo.
"Hicieron cosas muy bien en el esquí argentino y podrían tener la grandeza
de ayudar a los demás a que tengan su espacio", dijo Giesso.
Salomé Báncora, la joven esquiadora de 20 años, que debutó este martes con el
puesto 47 en los Juegos, defendió el diálogo y el respeto para arreglar las
diferencias existentes.
"La verdad yo estoy acá para hacer lo que me gusta que es esquiar. Los
problemas existen desde hace mucho tiempo. No voy a opinar mucho de eso porque
no tengo nada que ver. Lo que vengo a hacer es esquiar", señaló.
"Siempre hubo dos grupos. Soy la más chica del equipo argentino y desde el
primer momento que entré en el equipo argentino ya había dos grupos. No hay
relación con el otro grupo. Yo no tengo problema. Mientras se manejen las cosas
con respeto se puede seguir adelante. Si no hay respeto se complica",
agregó.
"Hay que sentarse a hablar y tratar de arreglar las cosas. Se pusieron a
hablar varias veces pero no hubo arreglo. Se tiene que jugar limpio porque el
deporte debe ser limpio en todos los sentidos. Mientras las cosas se hagan con
respeto y humildad se pueden llegar a arreglar", concluyó.